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Cuidados del Rosal

Cuidados del Rosal

Los rosales exigen entre cuatro y seis horas de buen sol. Como a toda planta, no le gusta el viento ya que estropea la floración y reseca mucho en la estación cálida. Sin embargo, una buena ventilación ayuda a no contraer enfermedades.
Los suelos deben ser profundos, ricos en materia orgánica y moderadamente ácidos y neutros. Son plantas muy fuertes y rústicas y se adaptan bien en todo tipo de suelos.
Los rosales exigen un riego profundo y nunca sobre follaje.
No les gusta la cercanía de árboles ni de arbustos grandes porque compiten en nutrientes y en espacio.
Nunca plantar un rosal donde antes hubo otro plantado con anterioridad sin cambiar previamente toda la tierra. Está comprobado que se inhibe el crecimiento del futuro rosal.


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